El domingo 20 de abril pasado se realizó la salida
del Club correspondiente al mes de abril. Nuevamente
se trató de una salida social, ante la persistencia
de las dificultades relacionadas con la
disponibilidad de autódromos que todos los clubes
estamos padeciendo. En esta oportunidad visitamos el
“Restaurante de Campo” San Esteban, en la localidad
de Alejandro Petion. Nos acompañaron varios
invitados, entre los cuales agradecemos la presencia
de María Verónica Raftery y su Sr. esposo en su muy
lindo Fiat 800 coupé 1968, y de Leonardo Minciarelli
y Gerardo Ferrero quienes ya nos visitaran en el
club para mostrarnos su monoposto Dallara que
llevara la motorización Fiat Abarth a la Fórmula 3
Sudamericana. También fue oportunidad para que
nuestro Consocio Hernán Ferreiro mostrara en
sociedad su flamante Fiat 600 R 1972, magnífica
unidad absolutamente original con muy pocos
kilómetros, de reciente adquisición. El auto, tras 7
años de estar parado, sorteó sin ningún
inconveniente los kilómetros de ida y vuelta hasta
destino.
Nos acompañaron Hernán Ferreiro que junto a Liz,
Lola y Felipe tripularon el mencionado Fiat 600,
Claudio Danti y Sra con su Fiat 600 E, Francisco
Panzitta e hijo en la “Mítica Acorazada”, Fiat 800
coupé, Mario Perman y Sra en el Fiat 800 spider,
Teófilo Aller y Sra en el Fiat 1500 coupé, Jorge y
Federico Alonso, acompañados de su esposa y madre
Nora y su Sra. suegra y abuela, Roberto Stizza,
Liliana Pérez Gornatti y su encantadora hija, esta
vez en el Fiat 131 de Roberto, dando descanso por
una vez al Fiat 1100, Esteban Ibarra, con Maricel y
Juan Manuel, realizando la prueba final del Ford A
antes del Raid a Salta festejando los 30 años del
club amigo CADEAA, Roberto Traverso y Norberto
Potenza con sus respectivas señoras en sus autos
particulares, y los ya mencionados amigos.
En un ambiente “libre de humo” por primera vez en
varios días, que nos permitió apreciar cabalmente el
magnífico clima casi veraniego que nos tocó, nos
fuimos concentrando en la estación de servicio YPF
de la Autopista Gral. Ricchieri para partir a
mediodía rumbo a nuestro destino, situado 9
kilómetros antes de Cañuelas.
Así fue que arribamos a este paradisíaco lugar,
donde pudimos disfrutar de un magnífico almuerzo
criollo, donde no faltó el asado, ni las empanadas,
ni el salame casero, ni los postres. Y gracias al
clima, pudimos comer afuera, prácticamente al lado
de nuestros autos, ¿qué más podemos pedir?
Tras una larga sobremesa, donde la charla giraba
alrededor de los autos, y de otros temas también,
bien entrada la tarde emprendimos el retorno,
esperando volver muchas veces para disfrutar del
paisaje, la camaradería, nuestros clásicos, y por
qué no, de la excelente comida.
La Comisión Directiva