En concordancia con un
nuevo cumpleaños del Club, los días 29 y 30 de agosto se corrió la
17ava edición del Rally Aniversario.
Por tercera vez, como en las ediciones de 2007 y 2010, el destino
final fue la ciudad de San Nicolás y su emblemático hotel Colonial,
donde los participantes pueden disfrutar de un merecido descanso
tras la ardua jornada que exige la carrera de regularidad, así como
de los placeres de la gastronomía.
La competencia constó de una carrera de regularidad tradicional con
autocontroles y secretos, y algunas novedades, que se disputó en dos
etapas, la primera entre Ing. Maschwitz y Baradero, y la segunda
entre esta última y San Nicolás.
La cita fue en la estación de servicio que el Automóvil Club
Argentino posee en el cruce de las rutas 9 y 26, en Ingeniero
Maschwitz, lugar de encuentro de varias ediciones anteriores de
Rallys organizados por el Club.
Puntualmente, a las 9:30 horas, las hojas de ruta fueron entregadas
a los competidores por el equipo de fiscalización integrado por la
Directora de la Prueba, Lic. Marcela Castellano y la Sra. Cristina
Salvatore, para que media hora después, el auto Nº 1, el impecable
Fiat 800 Coupe de Francisco y Facundo Panzitta, recibiera el “Top” y
partiera rumbo al norte, seguido por el resto de participantes. En
esta ocasión la totalidad de los autos fueron de la marca, con una
variedad de modelos que incluyó un espectacular Regatta 2000 que a
la postre resultó el ganador del premio al mejor Fiat de la
competencia, y varios Fiat 1500 GPA, máquinas que emulan a las que
compitieron en su época en los Grandes Premios Standard y en Turismo
Nacional Anexo J, y que está prestos a largar la próxima edición del
Gran Premio Argentino Histórico organizado por el ACA, por lo que
esta carrera fue una excelente oportunidad para probar el
funcionamiento de sus autos.
La propuesta de la Directora de la Prueba fue una Hoja de Ruta
sumamente accesible, para emparejar las posibilidades entre los muy
experimentados regularistas, y aquellos que toman estos eventos con
mayor espíritu social y de paseo que de competencia. Asimismo
introdujo la novedad, al menos para las hojas de ruta que se han
utilizado siempre en el Club, de los autocontroles del tipo “Qué ve
Ud.”, en los cuales se debe consignar lo que se ve a un determinado
tiempo de paso, una especie de combinación entre autocontrol y
referencia. Otra novedad fue la posibilidad de un descarte en cada
una de las etapas, lo que permitiría, especialmente a los menos
avezados, que no se le tome en cuenta alguna penalización excesiva.
Pese a todo, las intenciones de emparejar las performances de los
competidores con menos experiencia se vieron en parte frustradas por
las dificultades que planteó la propia ruta durante la primera
etapa: tránsito bastante congestionado, gran cantidad de camiones y
tramos en obra compensaron largamente la sencillez de una hoja de
ruta sin atrasos ni adelantos, ni cambios de velocidad en zona de
control. Por ello, si bien no se requerían cálculos para efectuar
cambios de marcha, sí fueron imprescindibles para compensar los
atrasos que ocasionaron las dificultades para transitar normalmente.
La segunda etapa transcurrió sin las dificultades de la primera, y
en esa oportunidad sí funcionó la idea de mejorar las posibilidades
de todos, ya que, como pudo apreciarse al conocerse los tiempos de
los competidores, todos tuvieron buenas performances, pero
lamentablemente las de la primera etapa relegó a muchos de los
puestos de vanguardia.
Finalmente completaron la carrera todos los que largaron menos uno,
la dupla integrada por Ricardo Varni y Alejandro Pilipzuck, que
debieron abandonar por problemas de distribución en su Fiat 1500 GPA.
Aunque por suerte pudieron solucionar el desperfecto y llegar sin
mayores contratiempos a destino, quedaron fuera de la carrera.
Por la noche se brindó una cena en las instalaciones del Hotel,
durante las cuales se dio lectura a los resultados y se entregaron,
además de los premios, un hermoso recuerdo de la carrera,
consistente en un reloj de mesa en pie de acrílico con inscripción
del Rally y logotipo del Club.
Asimismo, durante la cena, se realizó la votación del Fiat preferido
del público asistente, recayendo la elección en el Regatta 2000 de
Alejandro García del Bo, quien nuevamente, como en varias ocasiones
anteriores, se llevó el premio al mejor Fiat de la competencia.
Luego la directora de la Prueba leyó los resultados, ganando la
carrera con tan solo 10 puntos en contra el auto Nº 5, Fiat 1500
modelo 1969, conducido por Mario M. Perman y navegado por Laura B.
García, quienes obtuvieron además la Copa Challenger que cada año se
entrega al socio del Club mejor clasificado para que la conserve
hasta la siguiente edición del rally Aniversario, cuando la
entregará al próximo ganador. Fue la segunda oportunidad en la que
dicha tripulación resulta ganadora del Rally, obteniendo la guarda
por un año del preciado trofeo. Casualmente la anterior fue también
en San Nicolás, localidad que por lo visto les resulta sumamente
propicia para los buenos desempeños.
Fueron secundados por el binomio integrado por German Sassella y
Daniel Bellusi, quienes obtuvieron el segundo lugar por tercer año
consecutivos, ya que en la edición de 2013 Daniel Bellusi fue
segundo como piloto. Sólo 1 punto de diferencia distanció al Fiat
1500 coupé amarillo positano del auto ganador. Terceros, con una
penalización de 20 puntos, terminó Alberto Flores navegado por su
hijo, en su Fiat 131.
Hasta ahí el podio. Luego hubo premios hasta el 5º puesto, y los
demás se quedaron con la satisfacción de haber participado de una
competencia de nivel, además de llevarse el hermoso recuerdo y haber
integrado un grupo donde lo más destacable es la camaradería y los
buenos momentos entre amigos. Ello de por sí ya constituye el mejor
premio que un evento del club puede ofrecer.
La Comisión Directiva
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