
El fin de
semana del 25 y 26 de agosto llegó, por fin, el evento
más esperado del año para los socios y amigos del Club
Fiat Clásicos, el Rally aniversario, por el momento el
único evento de 2 días que ofrece el Club. Este año
festejamos el 9° aniversario, a la vez que rendimos
homenaje al socio y ex vicepresidente, pero por sobre
todas las cosas nuestro querido amigo Alberto Martini,
que tan prematuramente nos dejara.
Después de varios años, esta vez la Comisión Directiva
decidió ofrecer una alternativa distinta, tanto en el
destino, como en las modalidades de la competencia.
Así fue como cambiamos nuestro clásico destino, Baradero,
por la ciudad de San Nicolás. Pero no fue la única
sorpresa. En esta oportunidad la regularidad se hizo en
2 etapas, y se ofreció la posibilidad de participar
exclusivamente de la regularidad, o de la habilidad
conductiva.
Con 36 autos
inscriptos para la regularidad, el sábado muy temprano
fueron arribando las tripulaciones al sitio elegido para
la largada del rally, la tradicional área de servicios
del Automóvil Club Argentino de Ingeniero Maschwitz, con
muy pocas deserciones. Muy puntualmente nuestros amigos
del Centro de Regularidad de Zárate, comandados por Tito
Siebenthal, tradicionales fiscalizadores de nuestros
eventos, comenzaron a repartir las renovadas hojas de
ruta impecablemente presentadas, junto con los regalos
para las tripulaciones que nos brindaron nuestros
auspiciantes. Acto seguido fuimos testigos de esa típica
febril actividad que precede a la largada de las pruebas
de regularidad: copilotos estudiando las hojas de ruta,
haciendo sus cómputos, mientras que otros pegan en los
autos los números y las calcomanías de los sponsor, y
los fotógrafos inmortalizan las diferentes escenas.
Hasta que puntualmente a las 10 y 30, como estaba
previsto, el auto N° 1, el Fiat 1100 de Liliana
Pérez, única
socia mujer del Club, inició su marcha hacia Baradero,
final de la 1° etapa.
Otra de las
novedades fue la hoja de ruta propuesta por el Director
de la prueba, muy inteligentemente elaborada a los
efectos de nivelar las posibilidades de la mayoría de
los participantes frente a los verdaderos profesionales
que siempre nos acompañan, sin perder de vista jamás,
que esto es un evento cuyo principal objetivo es pasar
un gran momento entre amigos disfrutando de nuestros
autos clásicos, y que, si podemos llevarnos un trofeo,
será bienvenido, pero constituye un ingrediente
secundario para la enorme mayoría de nosotros.
Tras la neutralización entre etapas, en las que las
tripulaciones pudieron tomar un ligero refrigerio, se
continuó con la segunda etapa, que finalizó en el
espléndido hotel Colonial de San Nicolás de los Arroyos,
un verdadero lujo que el Club fiat Clásicos ofreció a
los participantes de la prueba. El resto de la jornada
fue libre, para que pilotos y copilotos pudieran elegir
entre conocer la ciudad, acercarse al famoso santuario,
descansar o disfrutar de las instalaciones del hotel y
la variedad de sofisticados servicios que presta.
La cena fue libre, pero la mayoría aprovechó para hacer
una comida de camaradería en un restaurante de la
ciudad, mientras otros prefirieron ir a descansar
temprano para reponer la mente y el cuerpo del esfuerzo
de la primera jornada, y estar en forma para la segunda.
Siendo el Rally Aniversario un evento de fin de semana,
muchos socios y amigos aprovechan para concurrir con sus
familias. En algunos casos como simples acompañantes que
disfrutan del paseo, y en otros como navegantes. Por
ello es que el Club buscó que el domingo por la mañana,
mientras pilotos concurrían a realizar otras pruebas que
integraban el programa, los familiares o quienes
prefirieron quedarse, tuvieran actividades muy
atractivas.
Las actividades deportivas de la segunda jornada fueron
las pruebas de habilidad conductiva, optativas y
exclusivas para los pilotos, de manera que los que no
quisieron asistir a las mismas pudieron quedarse
disfrutando de las propuestas del hotel, como la piscina
climatizada o el spa, que fue muy visitado por las
esposas de los pilotos.
La habilidad conductiva se llevó a cabo en un circuito
armado especialmente en la costanera, para lo cual
contamos con la colaboración de la Dirección de Turismo
de San Nicolás, quienes se encargaron de efectuar los
cortes de tránsito necesarios para poder concretar la
prueba, que consistió en un difícil y divertido trazado,
compuesto por un muy cerrado slalom, entrada a garaje,
marcha atrás y una aceleración. El recorrido se lo hizo
2 veces, adjudicándole a cada participante el mejor de
los 2 tiempos.
Finalizadas las pruebas de habilidad conductiva, llegó
la culminación del evento, el gran almuerzo de
camaradería donde se leen los resultados y se entregan
los premios. Además de los participantes, tuvimos la
alegría de contar con la visita de la familia de Alberto
Martín, a quien quisimos rendir homenaje a través de
este evento.
En primer lugar, y con la puntualidad que caracteriza
las actividades del club, se sirvió un almuerzo de
excelencia. Luego vinieron las palabras de rigor, que en
esta oportunidad, tuvieron el sentimiento que
correspondía al homenaje que se estaba llevando a cabo.
Hubo palabras a cargo del ex presidente del club, José
Ocantos, quien mantuvo una estrecha amistad con Alberto,
y le entregó un recuerdo a la familia.
Finalmente, el momento tan esperado por todos. Los
resultados y los premios. Comenzamos con el tradicional
Concurso de Elegancia con que, desde hace ya varios
años, evento tras evento el Club premia al Fiat mejor
presentado. En esta oportunidad se lo llevó el hermoso
Fiat 1600 modelo 69, uno de los pocos construidos ese
año, perteneciente a Alejandro García del Bo, que
compitió con el N° 4.
Luego se entregaron los premios a los primeros puestos
de las habilidades conductivas, divididas en 5
categorías, destacándose el correspondiente a nuestra
socia Liliana Pérez, debutante absoluta en este tipo de
competencias, quien dejó bien alto los prestigios del
género femenino
Y finalmente el plato fuerte: los resultados de la
regularidad, que este año nos deparó también grandes
sorpresas. El ganador fue un viejo conocido nuestro,
acostumbrado a llevarse los primeros premios, con
solamente 7 puntos en contra en más de 21 autocontroles:
Don ángel Suárez, en su Fiat 1500 coupé.
El segundo premio, coincidente con la Dama Mejor
Clasificada, fue para un socio del club que
consiguientemente se llevó la Copa Challenger: Esteban
Ibarra, más merecedor que nadie, no solamente por sus
habilidades al volante, sino además por todo el enorme y
fructífero trabajo que hace para que nuestro querido
club sea cada vez más reconocido dentro del selecto
grupo de instituciones que prestigian el Automovilismo
Clásico.
Finalmente, con gran satisfacción por las intensas
jornadas vividas, los participantes emprendieron el
largo retorno a casa, esperando las próximas propuestas
del Club: nuestro stand en Autoclásica, y el Desafío
Fiat Peugeot, que se llevará a cabo el próximo 15 de
octubre en el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires,
Oscar Gálvez.
No podemos dejar de agradecer a nuestros auspiciantes:
Henkel, Cool Flu, Magnetti Marelli y Celusal, a la
Dirección de Turismo de la Municipalidad de San Nicolás
de los Arroyos, al Centro de Regularidad de Zárate que
todos los años hace posible que podamos materializar
esta fiesta, a los socios que colaboraron con la
organización del Rally y fundamentalmente a los
participantes, sin los cuales todo esto no podría ver la
luz.
La Comisión Directiva
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