La
postergada salida social de mayo, que en su momento hubo que
suspender por razones climáticas, fue finalmente llevada a cabo el
domingo 12 de junio, un día brillante, en el cual el frío no impidió
que disfrutáramos de la compañía de una buena cantidad de amigos.
Fue el
segundo evento programado por el club en lo que va del año, y se
repitió la excelente convocatoria que tuvimos al disputarse el Rally
de los Fantasmas, en el mes de marzo.
En esta
ocasión, casi 60 personas, repartidas en 25 autos, fueron de la
partida, concentrados en dos puntos principales: Estación de
Servicio YPF de Panamericana y Paraná, y Estación de Servicio Shell
de Ruta 8, Km. 57 en Pilar, aunque hubo quienes vinieron de manera
independiente.
El lugar
elegido en esta ocasión fue el club de campo El Rinconcito, sobre la
ruta provincial Nº 39, a 1 Km. de Capilla del Señor, cabecera del
partido de Exaltación de la Cruz.
Fueron
de la partida los tanto socios como amigos, mayoritariamente con sus
Fiat Clásicos, aunque algunos optaron por concurrir a bordo de sus
autos particulares. Entre los primeros figuraron: Gustavo Fernández
y Roberto Traverso con 128 Europa, Alejandro García del Bo con
Regatta 2000, Mario Perman, Pablo Biggio y Roberto Stizza con sus
1500, Daniel Demarco, haciendo la presentación de su nuevo 147
Sorpasso, Antonio Berardi y el debut de su impecable 1500 corto,
auto preservado y 100% original de fábrica, Norberto Potenza,
Edgardo Taiah y Gustavo Argañarás en sus respectivos 125, Esteban
Ibarra y Germán Sassella con 128, Alberto Flores en su 131 2000 TC,
María Liliana Pérez en su Fiat 127 Abarth (Réplica), y los invitados
Alfredo Campos con un Fiat 600 R e Ivo Luzzi, quien vino desde San
Pedro en su Fiat 1100. Con autos particulares, pero Fiat, asistieron
Adrián Scanigilia, Teófilo Aller y Vicente Carando con Fiat Punto, y
Jorge Spinetto con Fiat Bravo. Y finalmente con otros vehículos
automotores Fulgencio Focolisto, el fotógrafo oficial del club
(Gustavo Bomben), Roberto Mina, Carlos Chiabrando y Fabrizio Lupi.
Todos acompañados por familiares y amigos invitados.
Con el
propósito de aprovechar lo más posible el día, y teniendo en cuenta
que en esta época del año el sol se pone temprano, a las 9:30
partimos en ordenada caravana quienes nos reunimos en la YPF de
Panamericana y Paraná, para pasar a las 10 horas por el punto de
concentración de Pilar. Minutos después recogimos a quienes nos
esperaban en el cruce de las rutas Nacional Nº 8 y Provincial Nº 6,
llegando pasadas las 10 y 30 a nuestro destino.
Una vez
arribados, y habiendo estacionado los autos, las primeras
actividades fueron la amena charla alrededor de los mismos, y las
caminatas por los amplios espacios verdes bajo un sol radiante, cuya
belleza se acentuaba por lo luminoso del día. Luego vendría la hora
del almuerzo, y el grupo del Club prácticamente copó las
instalaciones del Rinconcito. Allí se sirvió un completo almuerzo
criollo, en el cual no faltaron las empanadas fritas, asado que
incluía tradicionales cortes de vaca y de cerdo, y postres.
Tras el
almuerzo, para una buena digestión, nada mejor que despuntar el
vicio de hacer funcionar nuestras máquinas. Para ello, la Comisión
Directiva dispuso de un circuito conformado por conos y la propia
vegetación, dando lugar así a un pequeño certamen de habilidad
conductiva.
Con
tiempos de entre 25’49 y 35’05, fue ganador Roberto Stizza (Fiat
1500) seguido por Roberto Traverso (Fiat 128 Europa), Alejandro
García del Bo (Fiat Regatta 2000), Daniel Demarco (Fiat 147 Sorpasso),
Esteban Ibarra (Fiat 128), Carlos Chiabrando (Citroën Berlingo),
Vicente Carando (Fiat Punto), Gustavo Argañarás (Fiat 125), Mario
Perman (Fiat 1500), Liliana Pérez (Fiat Abarth), Daniela Stizza
(Fiat Abarth), Germán Sassella (Fiat 128), Gustavo Fernández (Fiat
128 Europa), Norberto Potenza (Fiat 125), nuevamente Carlos
Chiabrando (Fiat 125), Alfredo Campos (Fiat 600), Ivo Luzzi (Fiat
1100) y Gustavo Bombén (Citroën Berlingo). Las pruebas de habilidad
conductiva dieron paso a la merienda, consistente en infusiones
(café, té, mate cocido) acompañadas por sabrosas tortas fritas
recién elaboradas.
Así fue
transcurriendo la jornada, y como cuando estamos en buena compañía,
el paso del tiempo pierde perspectiva, de pronto nos dimos cuenta
que el sol comenzaba a declinar, y previendo la pesada entrada a la
ciudad típica de los buenos domingos por la tarde, emprendimos la
vuelta, más que satisfechos con una nueva ocasión para disfrutar de
los amigos, los Fiat Clásicos, y por qué no, una buena gastronomía.
La Comisión Directiva
|